Allí nace lo que se llamó "Propuesta Internacional", que fue publicada y enviada a algunos otros grupos del mundo (en aquel entonces no había Internet) en marzo de 1986.
El cuadro de situación que allí se describe no se aleja demasiado al actual y las tareas allí planteadas como necesarias siguen pendientes.
Las respuestas recibidas pusieron de manifiesto muchas de las dificultades y trabas que afectan hoy a las fuerzas clasistas que defienden la necesidad y posibilidad de la revolución social, donde el sectarismo, la soberbia, la ausencia de balances críticos, de conclusiones que permitan explicar el absoluto dominio de la burguesía a pesar de sus crisis y problemas y la diáspora en que están inmersos la mayoría de los grupos que se reclaman revolucionarios.
En la propuesta se pone de manifiesto otra concepción del internacionalismo proletario a la que hoy impera y de alguna manera plantea un conjunto de cuestiones que hoy siguen vigentes y son claves de resolver para tener un futuro distinto.
Reproducimos aquí el texto completo. El viejo archivista.
PROPUESTA INTERNACIONAL
A LOS GRUPOS Y MILITANTES QUE LUCHAN
POR LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL
El 22
y 23 de Febrero de 1986, un grupo de militantes de algunos países
(especialmente de Argentina y Uruguay) se reunieron en Uruguay para
discutir sobre actual la situación mundial y las tareas del
proletariado revolucionario.
Entre
ellos hubo el consenso generalizado de que ante los ataques que la
burguesía mundialmente da contra el proletariado y ante la actual
situación de debilidad, dispersión y aislamiento de las pequeñas
fuerzas clasistas y revolucionarias es necesario trabajar
mancomunadamente para revertir la situación, combatiendo el
sectarismo y el nacionalismo implícitos en ciertas concepciones del
trabajo internacional, y como un intento de aportar a modificar esta
situación, las compañeras y compañeros presentes dan a conocer las
siguientes ideas y propuesta internacional.
ALGUNAS
CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS PREVIOS
Puede
parecer extraño que desde aquí y "de golpe", unos pocos
grupos y activistas seguramente desconocidos en general, lancen un
llamado, una propuesta a todos aquellos que en diversas partes del
mundo, con mayor o menor fuerza, con mayor o menor claridad, levantan
en alto la bandera del internacionalismo proletario, de la revolución
proletaria mundial.
Pero
no es "de aquí" ni "de golpe" que surge una y
otra vez el grito angustiante de minorías revolucionarias que buscan
romper el cerco tendido por el capital, que asisten impotentes a los
terroríficos golpes que la burguesía descarga sobre el proletariado
y sobre ellas mismas, que tanto en los períodos de alza de la lucha
de clases como en los momentos de la contrarrevolución más violenta
"descubren" una y otra lo que significa el aislamiento, la
debilidad de sus pequeñas fuerzas; debilidad no sólo numérica,
sino fundamentalmente política ya que es imposible local o
nacionalmente resolver los problemas que el momento actual impone a
los revolucionarios.